Mi viaje a Cuba

Me gustaría compartir con ustedes mi experiencia última que ocurrió con mi viaje a Cuba. Como saben tengo problemas de colon, diagnosticado una divertiiculitis, que no crean no es nada de tener el culo divertido. jajaja! eso duele mucho, y la última crisis, me llevó al hospital hasta que se acabó la cobertura de la póliza de mi hijo que trabaja en una dependencia del Estado; así que solicité en Miraflores, bajo el Convenio de Salud, que tiene nuestro País con Cuba, liderado por nuestro amado Presidente Comandante de nuestra Nación Hugo Chávez con el Comandante Padre de la Revolución Fidel Castro, como método de realizar en la práctica EL VERDADERO COMUNISMO, como método de integración de nuestros pueblos, ya dejado sentado en la razón POR EL CHE GUEVARA, ideario del SISTEMA DE SALUD, como principio de Revolución.

Así que me acerque a Miraflores y al mes me llamaron para seguir el tratamiento y posible operación en Cuba, por circunstancias especiales no se logró el feliz término planificado, ya que como dice mi hijo menor, las cosas que a mi me pasan solo a mi y al pato lucas.

En el dosmilcinco, un camarada de la célula revolucionaria comunista donde comparto, me pidió que acompañara a su hermana que estaba bajo tratamiento en Cuba y no tenía quién la acompañara. Allí debí dudar, porque como no va a tener una persona quién la acompañe a Cuba? y luego supe por qué.

Esta hermana de mi amigo, ya era asidua concurrente del Convenio de Salud en Cuba. Cuando llegamos al aeropuerto y le tocaba un hotel era llamó al médico amigo que la mandó a buscar y la remitieron al hotel donde el estaba. Chévere! llegamos al hotel y la instalaron en la habitación que pidió, a los días pidió cambio y nos mandaron a otra, hasta tres veces sucedió este hecho y siempre fue servida de manera especial, ya estaba la cosa un poco extraña; pero como el que no sabe es como el que no ve..

Siguieron sucediendo cosas extrañas, como que pasaban los meses y no iba a ningún médico, pero si recibía encomiendas que me sacaban del cuarto y todo el hotel entonces se instalaba; y ese olor a tabaco, una vez se quemó la cortina por el velero que mantenía prendido. Nunca podía recibir yo encomienda porque su esposo cada quince días le mandaba cajas selladas y copaba el cupo; lo que iba era a comerciar desde el convenio de salud! Y yo acompañando semejante irregularidad, cuando pienso que gente que tenía hasta años esperando no podía lograr el viaje porque nunca había cupo.

Y luego sucedieron hechos manida de su privilegio con el médico que la mandaba a buscar, que me hicieron devolverme a mi país, allí fui con el convencimiento que acompañaba a una persona enferma; pero para pasear por meses no; yo tenía que hacer mucho en mi casa para prestarme a semejante truco; aunado que mi hijo me mandó una encomienda con una amiga de ella que estaba en otra habitación y las niñas se la robaron.

Ahora cuando volví, fui muy bien atendida... hasta la última semana que se apareció el médico amigo de aquella paciente a quién acompañé en el dos mil dos, y extrañamente se perdió mi historia, la última semana que debía hacerme el exámen al que fui expresamente a hacerme para saber la situación de mi enfermedad, una colonoscopia para lo cual me había preparado todo ese tiempo. El médico llamado vladimir no lo vi más, ya que el jueves antes de partir que me tocaba el examen la doctora me dijo que me lo hacía cuando volviera... bonita cosa. Ya para qué, total veré cuando me lo hago por aca.

Así que por ese lado la cosa no estuvo bien, pero por otra parte, no hay mal que por bien no venga, y la experiencia social y médica en el tiempo que estuve alli, fue muy provechosa para el conocimiento de la idiosincracia de un pueblo triunfador civilmente en la búsqueda de su libredeterminación a darse el gobierno que eligió como mundo posible; visité diferentes espacios por mi cuenta, caminando, agarrando guaguas hasta donde me llevaran, hablando con gente, con la experiencia especial de asistir a conciertos que el gobierno bolivariano planifica para sus enfermos recluidos allá.

Después seguimos.