lunes, 28 de julio de 2008

Sincronismo y sincretismo

Todo tiene su ley, y cada ley, por gravitación ocupa su puesto en el espacio con sincrónica y cronométrica armonía.

Nada se estorba. Todo a todo se complementa. Este es el régimen del gobierno del Universo, que a todo y a todos nos somete sin que nadie pueda excluirse, ni nadie logre desequilibrarlo. Pero sí desequilibramos la posesión benéfica que la ley marca y de aquí todos nuestros errores y todos los trastornos de todo género sin excepción, que nos agobian en nuestro mundo.

El sincronismo es ley y por ley se verifica. Más también palpamos el sincretismo que es una gran quimera inmoral y sólo pueden defenderlo los sin razón y los cobardes para obrar sincrónicamente.

Por sincronismo se obran en todo el mundo y en cada hombre y cosa, cosas diferentes a la vez y ninguna desmiente la ley de las armonías.

Pero por el espureo sincretismo, se cometen las faltas que resultan en caos. El sincretismo es una impostura, desde que por la más extravagante filosofía (cada hombre tiene su filosofía egoísta) quire conciliar principios opuestos, sobre todo entre ciencia y religión, principios absolutamente opuestos y fuentes los dos, del caótico régimen de nuestro mundo; por lo cual, todo está desconcertado.

Mas el sincronismo invencible de la ley de las armonías, como el aceite, sobrenada por encima de las marejadas del ssincretismo y hace ver la verdad insumergible.

Hermanar la ciencia y la religión es tan imposible, como mantener las tinieblas donde penetra la luz, ¿Somos capaces de estar a oscuras donde encendemos la luz? Pues igualmente no podemos unir la ciencia y la religión. La ciencia es avance, progreso. La religión estancamiento, retroceso. ¿Cómo podréis caminar y estar paralizados? Algún chusco sincrético podrá decirnos "que viaja en un tren o aeroplano y lleva sus pies paralizados"; mas la ciencia le dirá, que ella le substituyó sus pies y piernas por las ruedas del tren y las alas del aeroplano, por la ley de las armonías Dinamo-mecánicas, producto de las ciencias, las que son el resultado de la inteligencia, la que sólo puede desarrollarse en el espíritu progresado: sincrónico. Los sincréticos son imágen del retroceso: servidores de la teología.

Los sincrónicos, sirven y son filósofos austeros y no reconocen límites al progreso, porque los axiomas les sirven de vehículo "Siempre mas allá", deduciendo principios y leyes, por causa de la inducción que la gravitación del razonamiento le impone, para poderse titular hombre libre.

El sincrético, atado al dogma, no puede discernir, porque no puede razonar, ya que ha de creer a ciegas, o dejará de ser sincrético, es decir, dejará de ser religioso, atado y reatado, para convertirse en racionalista, libérrimo en pensar, pero sin poder salirse del sincronismo, proque no cabe libertad con desarmonía.

Esos dos extremos son los que observamos en la humanidad, cuando de ella, en 1911 al 12, hicimos el análisis y e juicio de la ley, basado en los autos producidos del exámen de las causas del mal mundial, que desbordó en la vergonzosa conflagración europea, 24 meses más tarde de aquel juicio definitivo, donde la justicia del Creador, ejercida por el gobierno del Universo, dio sentencia definitiva, condenando como único causante de todo el mal mundial , a la religión, en irrevocable sentencia y confirmando así, el primer verso de la gran proclama de la "Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal", "El Universo solidarizado".

Y conmino a tomar parte fiscal y acusadora, acudieron los maestros de los mundos de la cosmogonía, que sellaron la solidaridad de sus mundos y humanidades, con nuestro mundo y humanidad.

¿Por qué no se opusieron y la evitaron LOS DIOSES y las religiones, especialmente la católica, que absorbe los vicios y errores de todas las religiones a los suyos propios, por los que mereció de Juan apóstol, el calificativo de "BESTIA" y la NUMERÓ CON EL 666???

Es que, el falso profeta o pontífice sabe, que sólo "LA FALACIA" (engaño, fraude y mentira) son sus armas y esas NO LAS PODÍA OPONER AL JUICIO HECHO A LAS RELIGIONES, que se concreta en la página 600 de la "Filosofía Austera Racional"

2 comentarios:

NEMESIS dijo...

El 20 de Septiembre de 1911, el Maestro Juez y Legislador, obrero de la ciencia, humanista y filósofo español, funda en el sur de nuestra América mestiza, la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, con el alto fin de reeducar a esta humanidad y prepararnos como familia universal, para vivir en Comuna, no de politiquerías sino de sabiduría, con toda la potencia de la unión de todos en un solo querer, en un solo pensamiento de UNIÓN DE LOS PUEBLOS, para lograr el derecho del disfrute de lo que a todos nos pertenece, comprometiéndonos a ser responsables para lograr el objetivo trasado de gobierno de iguales. El 9 de Julio de 1930 se funda la primera Cátedra de estudios de nuestra Escuela de Sabiduría, en Venezuela con el nombre de Luz Y amor, quedando registrada en los archivos de la Cátedra Central bajo el No. 1805, siendo ésta el aula número 50, que el Maestro Juez y Legislador Joaquín Trincado, le pone el ejecútese para brindar a todos los venezolanos desde su primera sede en Lara, los conocimientos de Justicia, Igualdad, Libertad y Amor, quedando comprometida para diifundir, sostener y defender los principios de la doctrina de Amor del Espiritismo Luz y Verdad.

Este magno evento le correspondió ser promovido por un valiente soldado de la luz, Silvestre Castellanos, soldado del ejército de Gómez, quién por su sed de conocimiento conoció la doctrina espírita desde el precursor de la difusión del espiritismo Alan Kardec, despertando su razón hacia el pensamiento científico de lo que es LA VIDA, si entendemos que ésta es del espíritu, y el espiritismo el desarrollo del conocimiento como hermanos y por lo tanto estudiantes perennes del ESPIRITISMO como hermanos que somos, y todos hijos del Creador, por lo tanto todos ESPÍRITUS y su estudio ESPIRITISMO; no espiritualismo, amalgama de ciencia y religión en que incurre el supremático para confundir y mantenerse viviendo de la ignorancia de quiénes somos en verdad.

Pronto el soldado encuentra el camino de la sabiduría en los estudios razonados de la filosofía del espíritu que el Maestro Joaquín Trincado presenta al mundo para el conocimiento; entabla conversaciones que le descorren el velo del oscurantismo y las negras cortinas de la religión, al igual que le orienta sobre las mal interpretadas doctrinas del Maestro Leon de Nizar, Alan Kardec. Este contacto permanente con el Maestro le hacen ser un destacado discípulo hasta lograr el grado de Celador Regional de Venezuela, junto con el Director General de nuestra Escuela, enmarcado en el trabajo tesonero en pro del conocimiento dentro de las filas de la Escuela de sabiduría, y como coronel de nuestro ejército combina ambas responsabilidades cumpliéndolas a cabalidad. Trasladado al occidente del país funda nuevas cátedras de estudio dejando la huella de su labor en las cátedras Luz y Amor no. 50, Ley de Justicia en Cumaná; Luz de Oriente en Carùpano. En Caracas se funda la sede principal para Venezuela, la Cátedra Amor y Ley No. 78, entendiendo que es LA SEDE DEL GOBIERNO DEL ESPIRITISMO en Venezuela, y desde entonces sede de la Regional de Venezuela, ha tenido el compromiso de regir los destinos de nuestros principios en este país desde por más de sesenta años; sembrando la semilla para encaminar la Obra que a nosotros, como discípulos de la Escuela, nos corresponde continuar.

Con el pseudónimo de Diego Coronado, publica artículos denunciando a las castas religosas por someter al Estado y usurparle todos los derechos con sus supremáticas prácticas de sometimiento al dogma religioso y robo del erario público con la estafa que comete a los gobernantes; escribe obras fundamentales como "Giros del Pensamiento" o "Los Afines"; "El Retrato" o "Los Neutros" y "Antorcha". Todo esto produjo revuelo y protestas de las castas dominantes y es entonces cuando Juan Vicente Gómez le exige: o el uniforme o la Escuela. Respondiendo Castellanos: MI ESCUELA. y fue pasado a la reserva.

El estudio del espiritismo Luz y Verdad, para diferenciarlo de la amalgama del oscurantismo religioso espiritualismo; es FILOSOFÍA,CIENCIA Y ÉTICA, orientando al hombre al conocimiento de lo que es EL ESPÍRITU como su primero, su naturaleza y destino, profundizando que el programa perpetuo de estudio es mediante la reencarnación donde desarrollaremos LA SABIDURÍA por la experiencia que se convierte en conciencia EN CUANTO LOGRAMOS LA MORAL SUFICIENTE que nos lleva el saciamiento de los instintos por el discernimiento. Como medio de elevación y progreso que nos permite sumar experiencias y enriquecer la conciencia.

El Maestro Joaquín Trincado en su obra deja sentado. "El espiritismo es tan fecundo, porque es LA SABIDURÍA; tan fuerte, porque es omnipotencia; tan brillante porque es la luz; tan ardiente porqu es el amor universal... Es la verdad metafísica, es la vida eterna y continuada; es el todo; EL UNIVERSO ENTERO, solidarizado... Anula jerarquías, quema todos los dioses, borra las castas, las clases y hasta las razas, consagrando una sola especie: LA HUMANA; sin que sea posible más que la igualdad de los derechos en los dos sexos y obliga al trabajo productivo sin ninguna excepción en la edad de la fuerza y en sana salud; al igual que juzga en verdad de verdad...

Estos principios fueron expuestos a la razón por los Misioneros que se ofrecieron al gobierno del espíritu que gobierna el Universo entero para conformar esta familia universal, que en su momento vinieron a dejar sentados principios DEL AMOR, para enseñarnos cómo se ama en verdad, en el trabajo tesonero de hermanos, sin más privilegio que el TRABAJO para el logro del objetivo de COMUNA que juramos cumplir.

Los 29 Misioneros que acompañan al Maestro Juez que se ofreció voluntariamente para enseñarnos a amar, son esos Maestros de Luz que conocemos como María Madre, Hoy con la conciencia clara COMO MADRE DE TODA ESTA HUMANIDAD, así de grande es ese espíritu que vino a acompañar a su amado hijo JOAQUÍN; SANTIAGO, Y EN TODAS SUS ENCARNACIONES POR AMOR; Juan, Jesús, José el Carpintero de Nazareth, Abraham, Moisés, todos los profetas y los hombres de libre pensamiento como Silvestre Castellanos.

Por ello, mis principios en la lucha planteada DE LA LUZ DEL CONOCIMIENTO contra el oscurantismo religioso, que venimos combatiendo como humanidad desde que llegamos por primera vez a este mundo de expiación para lograr coronar EL MANDATO DEL CREADOR, de ID HIJOS MÍOS, ACRECENTAD LA CREACIÓN Y CUANDO SEAIS SABIOS, VOLVED A MI QUE AQUÍ OS ESPERO, PARA ENCOMENDAROS UNA NUEVA MISIÓN.

Hoy estamos cumpliendo con el mandato del Creador, cuando ya hablamos DE GOBIERNO COMUNAL, de hermanos, solidarios, fraternos, como único mundo posible, donde nos reconozcamos hermanos, todos iguales, para lograr lo que siempre hemos soñado: LA COMUNA DE AMOR, decretada ya por Jesús, hombre y no dios de ninguna religión.

Cordiales saludos,

Rebeca dijo...

Rasquemos el crepúsculo

El crepúsculo, es el momento terrible del día que empieza, en en sus tintas indefinidas no hay armonía, hasta que el alba que precede al Sol, hace prever al observador, lo que es probable que el día será y se previene.

Cuando a nosotros, hace 22 años se nos presentó el crepúsculo del despertar de nuestro espíritu, sufrimos ese momento terrible de la incertidumbre, de la duda, del estremecimiento, porque al borrarse las tintas indefinidas apareció el alba de una comparación razonada, y el sol filosófico, apareció con su axioma de Luz, y ay, con esa Luz, exploramos todos los horizontes que el crepúsculo nos ocultaba y el alba nos cortaba.

Dejábamos atrás la noche religiosa, la razón empezó a crear pensamientos algo confusos de la duda entre lo racional del libre pensar y la relegación de ese derecho que nos había exigido la fe ciega. ¿Por qué se nos ha prohibido pensar y obligado a creer a ciegas, lo que predican y no lo que hacen ni lo creen esos mismos catequistas?

Del examen razonado a la luz de la ley de la Luz, apareció el alba, tranquilizando nuestra revuelta conciencia, como las tintas donde confluye el crepúsculo, y de pronto, la alegre cabellera del sol dominador, la razón axiomática de la filosofía, nos convenció de que, el pensamiento es libre; que la libertad es cumplir la ley del destino, que esta ley es indómita y nos sujeta a nuestro pesar.

¿Quién rige esa Ley?... nos preguntamos... una voz interna que muchas otras veces resonara sin prestarle oídos, nos contesta. Ahondando un poco más, sigue, piensa quién será el regidor de esa ley, y no te espante el saberlo: ¡Dios!... contestamos... Una carcajada horrorosa nos paraliza.... y, la voz interna, dulcemente nos pregunta: ¿cuál de los dioses?... ¿el de los católicos?... ¿el de los cristianos?... ¿el de los mahometanos?... ¿el de los budistas?.... ¿los cientos de los griegos?... ¿los miles de los romanos?... ¿los millones de los egipcios, de los persas, de los mongoles, de los chinos, de los japoneses y aún de las tribus salvajes?.... "Ya has salvado el abismo"... Oidme voz interna... ahora sigue: "pero quién me habla? pregunto "El espíritu: tu propio espíritu que te da vida como a cada quién el suyo y todos forman una unidad, un gobierno que rige esa ley indómita; busca a su autor y ese será el Dios Único... Anodadado grité ¡Basta!... y solté de mis manos las herramientas de trabajo y... un fogonazo se produce en el cuadro donde probaba unos aparatos. Había hecho un corto circuito. Me acordé del accidente de Newton y dije: "este fogonazo, no me dió en la nariz, me ha dado en el alma y... una ecuación de la ley de Hom E=I/R, me pone en conocimiento de la causa de aquel efecto... y otra vez oigo en mi interno ¿No puedes llegar a agotar ese residuo? He ahí el secreto y no es misterio; busca el espíritu en su acción y encontrarás todas las soluciones y al final del estudio, encontrarás al Creador de la ley de la vida. ¿Para que escribiste: "La electricidad, fuerza Omnipotente y Madre de todo lo creado"?... Ya estás pues, en el alba, espera el Sol; que lo harás tu mismo, en tu razón. Busca con amor y verás que, Amor es ese dios que buscas fuera de ti mismo. Sea esto tu PRIMER RAYO DE LUZ.

Tomado de La Balanza del año 1933, No. 1; Pag. 16