Quien soy

Cuando era pequeña no me gustaba comer, mi mamá con cinco hijos varones y dos hembras, no tenía mucho tiempo para dedicarse a mi sola con todas las contradicciones que traía, por las que perdía muy rápido la paciencia, desde muy pequeña me llevaron a un jardín de infancia, de unas monjitas para que me enseñaran a comer, y como antes de creia que la educación de las religiosas era la mejor, así aprovechaba de aprender con ellas; en verdad aprendí mucho, sobre todo lo que es en verdad la religión, que hoy soy una acérrima anticristo y en cualquier espacio le doy la pelea.

Allí me atapusaron de comida, de una manera tal que ahora detesto comer; si no fuera necesario no lo haría, eso de que la letra con sangre entra, también se puede aplicar a la comida, así de duras son esas mujeres, negadas para el amor; claro que antes un problema no se asociaba con desequilibrios psíquicos, todo se enmarcaba dentro del plano de la malcriadez, si no me gustaba la comida entonces era malacrianza; cuando ahora se que las harinas, los azúcares, y otros alimentos de verdad me hacen daño; pero cuando era una chiquilla no sabía como explicarlo. Toda esa desinformación me causó problemas intestinales y estomacales severos, ahora hasta diabetes tengo, y sufro de diverticulitis por la distensión del intestino, y la raíz del problema está en la forma en que fui obligada a alimentarme con cosas que no eran las que necesitaba. Pero tampoco podían saberlo, así que todos estamos ahora padeciendo de esa falta de información en cuanto a los problemas de los niños que vienen con programas especiales y se dan en llamar niños indigos, y por falta de la intuición necesaria no se les guía de la manera correcta. Esto lo pienso ahora porque una persona para la que no soy ´santo de su devoción´, pretende ofenderme porque sufro de ese problema; y es causa de la poca información que tenemos del ser humano como ente integral que no es solo una máquina biomecánica, y primero es un espíritu que trae una misión especial a desarrollar.

Cuando nací me dió tosferina, y mi mamá creía que no sobrevivía, decía que se me hundía la mollera y en cada crisis de tos, parecía que en esa me quedaba; un buen médico de esos de antes, que con pocos recursos dan en el clavo, me curó, y le mandó a mi mamá a darme remolacha, así que por años comí, bebí y ... vomité remolacha. Aún hoy no me gusta la remolacha, y eso también es ejemplo de lo que digo en cuánto al desconocimiento de lo que nos va formando según el ensayo y error que somos los hijos para las madres y los padres, los que se gradúan junto con los hijos del cargo de padres y madres. Y a veces, nos raspamos el grado y tenemos que volver a repetir, porque el mandato es afinizar nuestras almas, porque en el alma está el sentimiento, y debemos lograr la sensibilidad necesaria para lograr comprenderlo.

Hoy tengo muchas patologías, que se van creando por desconocimiento de nuestra biomáquina con que vamos a demostrar el pensamiento; como herramienta de trabajo para la demostración de la voluntad que somos como hijos del Creador; he aprendido a vivir con mis enfermedades, hasta el punto que hoy subo el cerro que tengo enfrente de mi casa; el cerro que tiene el nombre original que le dieron sus habitantes originarios y que la cultura de dominación le puso otro, como forma de borrar la historia de los pueblos y reescribe el conquistador. Hoy ya he controlado lo que cada crisis me hace entender para cambiar el estilo de vida hasta lograr el equilibrio que necesito del grado alfa donde me puedo conectar con la sabiduría. Que soy, como lo somos todos, pero que desconocemos para darle prioridad a la satisfacción de la carne; cuando el trabajo desde que llegamos a respirar por nosotros mismos, después de pasar nueve meses en la nave espacial del vientre materno, es a aprender a conectarnos con nuestro yo, primero el espíritu, para desarrollar nuestras potencialidades, unidos primero con el entorno familiar como primer amor donde vamos a afinizar nuestras almas en ese ejercicio que será siempre eterno hasta el logro de conquistar todos los propósitos que se nos presenten.

Eso me hizo pensar en que ya desarrollado el primer tema sobre los dioses que no existen, y quitado ese piso que sostiene a los timoratos que se forman un dios para la idolatría donde depositan todos sus temores para no emprender el camino infinito de la sabiduría y se detienen para depositarlo en un dios que siempre está allá arriba en aquel cerro donde llaman tingotingo, y no dentro de nosotros mismos que eso somos: dioses ya que si somos hijos del Creador, parte infinitesimal de ese Universo entero, pues inferimos que tenemos sus mismas cualidades y que solo unidos podemos lograr respuestas a los problemas que son COLECTIVOS, y la solución también lo será; ya que nadie progresa solo, y de acuerdo a su entorno tendrá las oportunidades adecuadas para lograr ese progreso, la cosa es entenderlo y abocarse a la solución de los problemas y solo como hermanos podremos lograrlo.

Así que ahora que ya no nos podemos escudar detrás del dios de turno para traspolar nuestros problemas, debiéramos discutir la PROFILAXIS DE LA VIDA, que es el espíritu, que está es en el conocimiento de eso que somos COMO HIJOS DEL CREADOR, todos iguales, y por lo tanto LA VIDA, que es eterna y continuada como programa perpetuo de estudio para lograr el progreso que necesitamos como forma de demostrar LA VIDA en el mandato de CRECED Y MULTIPLICAOS, que es en verdad: ID HIJOS MIOS Y ACRECENTAD LA CREACIÓN, Y CUANDO SEAIS SABIOS VOLVED A MI QUE AQUÍ OS ESPERO, PARA ENCOMENDAROS UNA NUEVA MISIÓN.

Ese es el programa perpetuo de estudios, como forma de entender la sabiduría que no es un regalo y solo cuando desarrollamos el conocimiento podemos lograr alcanzarla.

Así que debemos tener metodo de estudio para entender el CONOCIMIENTO de la manera correcta. Para ello, el tema que quisiera compartir con ustedes es sobre lo que es la profilaxis de la vida, o método de estudio de LA VIDA ETERNA Y CONTINUADA donde vamos a desarrollar ese conocimiento para CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS Y AMARNOS como mandato del Creador.